KODAK

Una manía sin precedentes Los diarios anuncian que el senador por Santiago señor Ismael Tocornal, ha dado una bonita suma de dinero a dos carabineros de Lota. El señor Tocornal se ha distinguido siempre por su amor a los hechos heroicos. Cuando algún guardián o milico hace algo heroico inmediatamente recibe un cheque de Don Ismael. Por lo menos eso dicen los diarios. Nosotros que amamos el heroísmo quisimos saber qué cosa inaudita habían hecho esos admirables carabineros; y como por higiene no leemos los diarios, tuvimos que ir a la Biblioteca para revisar las colecciones de los últimos meses. Los detalles de un hecho heroico justifican una investigación tan fatigosa. Con la faz sonriente y con el espíritu claro nos dimos a revisar diarios y más diarios. Las narices se nos llenaron de polvo, la vista se nos fatigó y nada. Encontrábamos sólo hechos desoladores. En la población tanto, los carabineros habían violado a una muchacha, en tal otra habían robado, en una distinta habían asesinado y forzado puertas, en un último sitio habían agarrotado a un muchacho. Realmente esto nada tenía de estimable. Fuera de estos hechos suficientes para hacer encanecer a una persona honrada, nada habían realizado los carabineros. Entonces nos sobrecogió una duda. Y revisamos otras colecciones para conocer la base que habían tenido las anteriores recompensas de don Ismael. El resultado fue idéntico. En una ocasión en que los premiados eran guardianes, decían los diarios que en una refriega habían resultado heridas varias mujeres. Y así. En todos los casos, sobresalía un asesinato; pero nada heroico se mezclaba a esos hechos turbios. Verificadas estas comprobaciones, no supimos que hacer y la cabeza se nos quedó sin un sólo pensamiento. Realmente la actitud de Don Ismael resultaba extraña, irónica casi. Empero, Don Ismael es demasiado distinguido para ser irónico. Sin duda alguna debe haber algo de incógnito en su posición. Nadie hasta hoy se había atrevido a premiar públicamente a los que asesinaban. Hacer esto es indudablemente muy original; pero don Ismael es demasiado político para ser original. Tampoco se nos ocurre que pueda ser una manía de viejo, porque Don Ismael no tiene más de 80 años. ¿Qué diablos sería entonces? Volviendo sobre una negación pensamos que a lo mejor puede ser una originalidad, porque para hacerlo no es menester tener inteligencia: ¿acaso Eróstrato, que no tenía más inteligencia que un asno, no se inmortalizó con un hecho tan original como el incendio del Templo de Diana?

Un Arzobispo peligroso En la semana pasada disfrutamos de una agradable y deliciosa temperatura; pero los agricultores que miran más por sus siembras le pidieron al Arzobispo que hiciera llover. Y este hombre sagrado abusando de su influencia le pidió a Dios que soltara un poco de agua para que los agricultores lo dejaran tranquilo. Y Dios que, todavía es bonachón, hizo destapar los estanques y cayó el agua, ¡y como cayó, señor! se anegaron los campos, se inundaron las casas de los pobres, los ríos se llevaron manzanas de casas, los puentes se rompieron; fue la desolación y el espanto. Los mismos agricultores están reventados y muchos de ellos no pondrían sus manos en el fuego para asegurar que Dios es una persona de juicio. La tempestad que ahora sufrimos va a debilitar no poco el sentimiento religioso. Es seguro que algún diputado hereje y oportunista, aprovechará la ocasión para pedir que pongan una guardia especial en torno del Arzobispo a fin de evitar que en sus relaciones con el Altísimo, provoque una nueva tempestad.–DEMOS.