NUESTRO TEATRO

(Continuación)

Otra de las obras de Allende que lo señalan como un gran comprensivo, es “Sin madre”. En “José Romero” rinde culto a la verdad.” Y aunque analizado Allende es un revolucionario, su cooperación sirvió eficazmente a la patria durante la Guerra del Pacífico. En el teatro, en el artículo o en el verso, Allende infundía valor al pueblo y lo incitaba a defender esta tierra chilena tan fecunda que, desgraciadamente pertenece a tan pocos y esos pocos son tan ineptos... Allende ha sido pues, uno de nuestros más grandes autores teatrales..

Actualmente el teatro parece atravezar por una éra de resurgimiento. Cualquiera creerá que no tengo razón de dudar de su progreso. Es verdad que tenemos tres compañías organizadas, que tenemos tan grandes autores como Evaristo Lillo, que tan fuertemente se destaca, Enrique Báguena, Arturo Bührle, Alejandro Flores, etc., que tenemos autores como Días Meza, Orrego Barros, Eduardo Barrios, Hurtado Bonne, Juan Ibarra, Armando Moock y tres o cuatro más; pero estos factores no son suficientes para creer en el resurgimiento del arte teatral. Hay en contra un factor terrible: el comercial. Yo era uno de los más grandes creyentes en el teatro. Con suprema alegría anotaba los nombres de los que procuraban impulsar este arte, ya fuera estudiando nuestras costumbres o nuestros dolores, o perfeccionando su modo de hacer, creí que llegaríamos a construir la obra potente que no pudiera derribar el análisis, pero me equivoque. Yo grité muchas veces desde la tribuna, desde diarios, dí el ejemplo escribiendo obras con nuestros tipos y costumbres, o analizando nuestra cuestión, yo grité: haced obra chilena, nacionalizad el teatro, haced teatro honrado. No pretendía yo que el teatro fuera criollo; pretendía que se basara en nuestra vida nacional. Voy a citar a propósito algunos párrafos de una conferencia que leí en el Instituto Pedagógico en 1917.

(Continuara)