Lo que vió en el asalto y saqueo de la Federación don Héctor Arancibia Laso

Complicidad de la Policía.– Discurso de don Domingo Undurraga Fernández.- «A sus órdenes mi Prefecto».- «¿Qué quiere Ud. que le haga?».– El Presidente de la República don Arturo Alessandri, visita al Ministro Astorquiza.- ¿Qué hará el Gobierno con Toledo Tagle?

 

El 21 de Julio próximo cumplirá un año desde que nuestro Club fue saqueado por la juventud elegante de Santiago. Con este motivo, creemos oportuno publicar el informe que envió a la justicia el señor don Héctor Arancibia Laso, dando cuenta de lo que vió en el asalto. Dice así:

«Es efectivo que yo fui testigo ocular del asalto y saqueo del antiguo Club de Estudiantes, Ahumada 73, llevados a efecto por una turba de manifestantes el 21 de Julio de 1920». «En cuanto a los hechos puedo manifestarle a su S.S. lo siguiente: Minutos antes de las dos de la tarde llegaron a casa de don Arturo Alessandri, Delicias 1158, dos o tres estudiantes a manifestar que se estaba asaltando el Club de la Federación. Partí a verificar el denuncio en compañía de mi amigo el ingeniero don Humberto Anwandter Ojeda, y pude imponerme con dolorosa sorpresa que, los muebles de esta institución eran arrojados desde los balcones a la calle y destruidos e incendiados en medio de los aplausos de los manifestantes que, en mi concepto, no bajarían de un mil, y ante la indeferencia, por no decir complicidad, de la policía». «Haciendo valer mi calidad de diputado, subí al primer piso del Club a invité a la policía al cumplimiento inmediato de sus deberes, en razón de que los asaltantes no solo estaban destruyendo a martillazos todo lo existente, sino también robando sillas, cuadros, libros, etc. Entre los jefes policiales a quienes me dirigí recuerdo a los señores Jaramillo y Palacios, sub-prefecto de policía y comisario de investigaciones, respectivamente. Debido a mi acción y decisión pudo salvarse de la destrucción y pillaje el amoblado del tercer piso». «Desde el hall pude ver al teniente de reserva señor Domingo Undurraga Fernández dirigiendo la palabra, desde los balcones, a los manifestantes. Al terminar y viendo al prefecto señor Toledo que llegaba en ese instante, el señor Undurraga se dirigió hacia él y, cuadrándose militarmente, le dijo textualmente: «A sus órdenes mi Prefecto». En presencia de este hecho inaudito me apersoné al señor Toledo y lo invité a poner término inmediato a todos los desmanes, obteniendo de este por respuesta: «¿Qué quiere Ud. que le haga?» «.Dos o tres días después, en compañía del entonces Presidente electo de la República, don Arturo Alessandri, estuve en el despacho del ministro sumariante en aquella fecha, don José Astorquiza Líbano y le manifesté que estaba en condiciones de probarle, siempre que llamara ante mi presencia a determinados funcionarios policiales y los careara conmigo, la participación culpable de estos caballeros, y que para cumplir con estas diligencias estaba llano a prestarme incondicionalmente a la justicia prescindiendo de mi calidad de parlamentario. No he podido, hasta el momento, comprender la razón que el tribunal haya tenido para no pesquisar estos he­chos que iban a hacer plena luz en el sumario. Por lo demás, en plena Cámara condené en términos severos la actitud indecorosa y criminal de la policía». Tiene aquí el Gobierno un precioso documento. El acusador es una de las personas más influyentes del «nuevo régimen». Conociendo estos hechos el jefe del Ejecutivo y el Ministro de Guerra y Marina y sabiendo que la intención de «la justicia» es echarle tierra, al asunto, ¿qué harán con Toledo Tagle, actualmente en servicio activo en el Ejército? Los obreros y estudiantes del país observan atentos.