LA LIMOSNA

Acabo de cometer una mala acción: he dado limosna. Al hacerla, he disfrutado del placer vergonzoso de humillar a un semejante; he convenido en el pacto odioso con que asegura el fuerte su poder y reconoce el débil su flaqueza. He marcado con mi sello la antigua iniquidad; he contribuido a que este hombre tenga sólo una mitad de alma. Vendí fraternidad a un hombre empleando monedas falsas. Me humillé humillándole por que la limosna envilece por igual a quien la da y a quien la recibe.

ANATOLE FRANCE.