LOS ANARQUISTAS EN RUSIA

EL MOVIMIENTO ANARQUISTA EN RUSIA DESDE LA REVOLUCION

Hasta 1917 el movimiento anarquista fué muy débil, porque la mayor parte de los compañeros estaban en las cárceles de Siberia o en el extranjero. Las masas estaban oprimidas por el régimen ozarista y por la guerra, y sólo a fines del año 1915 y a principios de 1916 se diseñó un movimiento sensible, aunque nada hacía preveer aún la Revolución. No se puede llamar preparación de la Revolución a los escasos y pequeños movimientos, sin gran importancia, organizados por algunos grupos revolucionarios.

Como grupos mas o menos activos, se pueden citar los de las ciudades de Ekaterinoslav, Kharkov, Briansk, Petrograd y Moscou. Parecía que la idea de revolución había muerto definitivamente, pero la Revolución de Marzo de 1917 cambió en un segundo el aspecto de la Rusia. De todos los rincones de Rusia surgieron las agrupaciones, como saliendo de bajo tierra, y se pusieron activamente a la obra, y muy pronto fué toda Rusia una gran arena de una vida política intensa. Los anarquistas empezaron su propaganda con una gran energía, pero desde el comienzo se toparon con la hostilidad del gobierno de Kerensky, aunque este último fué importante para detener en el pueblo la idea de libertad y el espíritu revolucionario. He aquí, por fin, la primera golondrina del ideal anarquista. Algunos diarios hacen su aparición. Se trata de organizar un Congreso anarquista del Sur y luego de toda la Rusia, pero este último fracasó a consecuencia de una desinteligencia entre las organizaciones de Moscou, de Petrograd y de Kharkoff, según creo. Sólo se pudo reunir un Congreso de las organizaciones del Sur. Ya antes de la Revolución de Octubre había más de 15 órganos anárquicos, sin contar las ediciones de folletos y “trats”, mensuales o hebdonarios. Con la Revolución de Octubre se ven aparecer los siguientes diarios anarquistas: “La Anarquía”, “La Voz del Trabajo”. “La Comuna Libre” y “El Mensajero de la Tempestad”, como también un gran número de folletos, libros, etc.

Las masas escuchan de buena gana a los anarquistas y leen sus diarios. Pero entre ellos se produce la discordia. “La Voz del Trabajo” empieza una polémica enconada contra “El Mensajero de la Tempestad”. Ambos se critican entre sí y hacen un gran mal a la obra común. La lucha con la contra-revolución de la Guardia Blanca detiene un poco esta disputa. La idea anarquista no deja de crecer y evolucionar. En muchas ciudades se organizan grupos, federaciones y asociaciones de anarquistas, algunas muy curiosas por sus pretensiones. En el período de la Revolución de Octubre, los anarquistas obraban con mucha actividad en el frente; muy a menudo podían encontrarse considerables destacamentos de anarquistas; muchos de ellos perecieron en la lucha con los contra-revolucionarios. La ayuda efectiva de los anarquistas en la lucha ha secundado grandemente al partido bolchevique para asegurarse el poder. Las masas del pueblo escuchaban a los anarquistas y sostenían el frente común contra la reacción. En el período de 1918, (principalmente en los cuatro primeros meses, porque en el mes de Agosto empezó la célebre persecución de anarquistas) se editaron muchos libros, folletos y “tracts”. Así, al comienzo de 1918 no había menos de 20 ediciones anarquistas: semanales, bisemanales o mensuales; hacia el mes de Abril los anarquistas tenían tres diarios, uno de ellos, “La Anarquía”, con un tiraje de más de 20.000 ejemplares, era el más rico de los órganos rusos; juntaba las mejores fuerzas anarquistas, sin distinción de tendencia. Un buen día, el diario fué cerrado por contra-revolucionario. Los anarquistas se encontraron relegados al rango de los contra-revolucionarios, a quienes en otro tiempo habían combatido, juntos con el partido que estaba ahora en el poder. Los arrestos de anarquistas comenzaron, se prohibían sus reuniones, y se confiscaba su literatura, cuando no se la quemaba, lo que era más frecuente. En Samora, por ejemplo, dos rojos penetraron a caballo en el club y con “nagaikas” comenzaron a expulsar a los anarquistas que se habían reunido ahí para discutir. Los anarquistas no quisieron abrir la lucha con los bolcheviques que habían sido, tan poco tiempo atrás, sus buenos amigos. El éxito más grande en la lucha con la reacción fué obtenido por el camarada Mokno. Su acción no debe ser considerada únicamente como anarquista; ella ha sido realizada sobre todo por los levantamientos de los campesinos contra todas las reacciones. Después de la persecución de los anarquistas en 1919, el diario “La Anarquía” comienza a aparecer ilegalmente, así como una docena de otros diarios, y todos salen de Ukrania donde la idea anarquista no ha muerto sino que sobrevive.

P. B.