CRONICA OBRERA

LA CONFEDERACION GENERAL DE TRABAJADORES

La C. G. T. nació a la vida, en la convención que los gremios autónomos efectuaron los días 31 de Octubre, 1.º y 2 de Noviembre del presente año. Tiene pues, apenas dos meses de existencia. Esta extremada juventud de la Confederación no ha sido óbice, sin embargo, para que haya salido airosa de las dos pruebas a que ha sido sometida por medio de dos de sus mejores gremios: estucadores y laboradores de maderas, los que habiendo declarado huelgas por aumentos de salarios y reducción de la jornada de trabajo han triunfado ampliamente sobre el Gobierno patrón, obteniendo los respectivos aumentos más la gran conquista de las seis horas, hecho este último que abre la primera brecha para la generalización y aun para la totalización de las seis horas como jornada máxima de trabajo. Claro está que estas primeras conquistas, aun cuando sean precursoras de futuros y mejores triunfos, no deben sino justipreciarse en lo que exactamente valen, algo así como pequeñas partículas que se arrancan al edificio ya carcomido del capitalismo. Porque, más allá de estos triunfos positivos y efímeros, la C. G. T. tiene aun mucho que conquistar, un enorme y difícil camino que recorrer y para ello tiene todavía que robustecerse, afincarse con raíces profundas en los sentimientos proletarios siendo la fiel intérprete de sus dolores y ansias de liberación. Y esto es lo que yo estimo como la labor madre que debe realizar la C. G. T. Las antiguas centrales obreras, desprestigiadas y en decadencia, no pueden ya captar para sí los nuevos cuadros revolucionarios obreros que se gestan y forman en los diversos centros de población del país. Por estas mismas causales y por lógica consecuencia de ellas, no pueden, tampoco encauzar el actual movimiento revolucionario de las masas, toda vez que sus filas están tan raleadas, que en muchos casos ciertas juntas, locales o provinciales, no pasan más allá de un conjunto de viejos timbres. La C. G. T. por su forma descentralizada de organización y por la amplitud de las resoluciones de su convención y que son las que le sirven de principios, está capacitada como ninguna otra organización sindical revolucionaria, para acoger en su seno a todos los cuadros obreros que se declaren en lucha contra el capitalismo y para orientar el movimiento obrero por las vías verdaderas de la emancipación proletaria. La C. G. T. no está contaminada por maridajes sospechosos de ninguna especie. Nació en la fuente cristalina de una convención amplia que estuvo expuesta a todos los vientos y a los buenos y malos mirajes de los amigos y de los enemigos. Por eso, como organismo nuevo, necesita prestigiarse para responder a lo que se espera de ella, necesita vivir para que sea el ariete arremetedor contra el capitalismo. Y en tal entendido necesita de la más amplia y completa cooperación de todos los que con ellas simpaticemos. Las poses individuales en esta hora de coaliciones reaccionarias, no pueden dar el aporte necesario para una efectiva labor demoledora y reconstructora; es la organización, la mancomunión de idénticas aspiraciones, la fuerza esencial que puede y debe dar el vuelco definitivo al odioso orden de cosas existente.

Floreal Ramírez.