Nuestra Literatura en los Estados Unidos

 

“Main Curents of Spanish Literature” En menos de un año se han, publicado tres libros sobre nuestras letras hispanas. De orientación diversa, con finalidades diferentes, todos los tres son interesantes al escolar de hoy porque están preñados de una simpatía de raza, de una intención fraternal, de un anhelo de comprensión digno de aplauso. El primer libro, “Main Currents of Spanish Literature” es obra de J. D. M. Ford, profesor de literaturas de la Universidad de Harvard: Es difícilmente una obra literaria por cuanto está dedicada al college yanqui. Ford conoce a fondo nuestra literatura, ha peregrinapor nuestros viejos archivos madrileños, es un lector fervoroso de los modernos y así está capacitado para trazar la vertical histórica de nuestras letras desde la época caballeresca del romance hasta nuestro período actual que es de renovación y de pujanza. “Main Currents of Spanish Literature'” es el mejor texto de literatura española publicado hasta hoy en el país, por su presentación sintética y por su claridad. Es inferior sin embargo a la obra de Fitzmaurice Kelly en documentación y en atrevimiento crítico. Agrega el autor algunos estudios sobre versificadores sud-americanos del siglo diez y nueve: Bello, Heredia, Olmedo etc. Como nuestra lírica verdadera tendió su vuelo con la publicación de “Azul” faltaba el libro que definiera el esfuerzo novecentista, el desprendimiento vigoroso de la labor dariana. El libro de Isaac Goldberg vino a llenar este vacío.

Studies in SpanshAmerican Literature He, aquí una serie de estudios definitivos sobre nuestros escritores novecentistas. Nietzsche afirmó que el crítico que no establece superioridades e inferioridades entre los autores y los libros no tiene razón de ser. Yo afirmo entonces que este libro de Goldber es mucho mejor que los ensayos de González Blanco sobre los mismos temas. Creo que los estudios sobre Darío, Blanco, Fombona y Rodó son simplemente magistrales. Y luego me admira el conocimiento que este escritor tiene de los poetas de la última generación como Jose M Eguren y otros de menos importancia. Como toda obra, literaria este libró tiene defectos. Acaso Isaac Goldberg haya escuchado demasiado a la crítica existente y se haya contagiado con nuestro eclecticismo tolerante en vez de juzgar con un criterio de hombre de otra civilización, con otra sentimentalidad y con otra concepción estética. No digo que extreme su estilete para dar punzadas pseudo-científicas a la manera del Judío Nordau pero si que es deseable que ponga en acción el elevado gusto artístico de su raza manifestado en una rigidez de apreciación ebrea y en una franqueza oriental. Concede Goldberg demasiado importancia a la vida de los escritores lo que le conduce a extremos desagradables como en el caso de Blanco Fombona al que describe con ciertas proyecciones de epopeya a causa de unos puñetazos que este lírico diera a un poeta de Venezuela. Pero dejando estas faltas que necesariamente desaparecerán en libros posteriores “Studies in Spanich American Literature” es el libro más completo y mejor orientado que existe actualmente sobre nuestros escritores modernistas. Así lo ha entendido Rufino Blanco al emprender la traducción de esta obra que ha de publicarse al mismo tiempo en italiano y en francés.

Hispanic Anthology Este es un libro de 800 páginas que trata de abarcar la producción total de nuestra poesía. Hay en él traducciones estupendas de Arthur Symons y de John Masefield; versiones correctas de Muna Lee y Edmond Gosse; parodias insignificantes de Thomas Walsh, Peter Goldsmith, George Tickner, Mrs. Elliot y varios otros. La presentación de la poesía peninsular está más o menos bien. Quizás falte refinamiento en el gusto artístico del colector; quizás si los reformadores y revolucionarios estén escasamente representados cualitativa y cuantitativamente; y quizás si será imperdonable el no haber incluido la obra del que será por muchos siglos el poeta más fuerte y con más médula Peninsular, don Eduardo Marquina. No menciona tampoco a Ramón Pérez de Ayala. La parte dedicada a nuestra América Latina, es sencillamente; detestable. Se conoce que el autor tiene un conocimiento remoto de nuestras letras del siglo XIX y que desconoce por entero la producción actual. Hay un soneto de Gabriela Mistral que a fuerza de mistificación se convirtió en su antítesis. Nada de Arturo Capdevilla, de Juana Ibarbourou, de Eguren, de la enorme Delmira Agustini, de R. Meza Fuentes, de Alma Fuerte, etc. Pero en cambio hay una serie de nombres anónimos colectados de nuestras esmirriadas revistas y poemas que verdaderamente desprestigian nuestras letras americanas. Creo que de nuestro período novecentista, el único poeta verdadero que aparece es Daniel de la Vega. Los demás, o han pasado de moda o son simples imitadores. De los escritores latinos americanos establecidos en los Estados Unidos, el de mayor valor es Salomón de la Selva. Su nombre no aparece en esta antología. Es de lamentar que la Hispanic Society of America, haya apadrinado una obra que como producción artística es un fracaso y que como propaganda cultural es de efectos contradictorios.

ARTURO TORRES RIOSECO.

Nueva York 1920.