A propósito de una Traición

Hemos recibido la siguiente comunicación: Muy señor nuestro: La mesa directiva de la Federación de Estudiantes de Chile, en presencia del movimiento artificial que desde la prensa está, hace algunos días, fomentando un grupo escaso de ex-directores de nuestra institución, movimiento que parece tender a la organización de una Federación disidente de estudiantes, se ve en el caso de hacer pública la siguiente rectificación: Hasta la noche del sábado 10 de corriente, ninguno de los directores había manifestado su discrepancia acerca de la labor que tiene señalada y viene desarrollando la Federación de Estudiantes. Esa noche, un grupo de cinco directores apoyó una proposición de censura al presidente, que fue rechazada por enorme mayoría. Quedó en claro en esa ocasión, que algunos de los disidentes atacaban al presidente, pero no a la institución, de la que no deseaban apartarse ni en realidad se apartan. Pero hoy ya se ha hecho pública la actitud de uno de ellos –el único– don Carlos Yañez Bravo, quien además de presentar la renuncia al cargo de delegado ante el directorio, encabeza la organización de una Federación Nacional de Estudiantes, repudiando, la nuestra, que, según él, se habría alejado de sus principios, y “es una mala institución”. Todo esto merece un breve comentario. En realidad, el escándalo que desea promover el señor Yáñez y los que lo acompañan, deriva de la actitud ambigua o de duplicidad, en que se ha colocado el director del movimiento, señor Carlos Yáñez Bravo. En efecto, para el público, aparece como causa de la disidencia, la actitud de nuestra institución, al enviar una nota-circular a todas las colectividades similares de América, y en especial a la del Perú, con ocasión del centenario de la independencia de esa República. Pero lo que no conoce el público, es la actitud que el señor Yañez asumió en el seno de nuestro directorio, cuando se adoptó el acuerdo referido. Además de aprobar la indicación de enviar esa nota, él propuso y sostuvo la necesidad de efectuar un desfile y una velada pública en conmemoración del centenario del Perú, proposición que fue enérgicamente combatida por todos los directores y que, llevada a votación, obtuvo nada más que el voto del señor Carlos Yáñez Bravo... De manera que tampoco puede ser la diversidad de criterio con que pudiera haberse juzgado la nota que enviamos a toda la América y al Perú, la causa de la separación; porque, aún cuando a pesar de lo relacionado, pudiera suponerse esto, la verdad es que esa nota se envió a principios del mes de Julio, y estamos al mediar de Septiembre. En este espacio de tiempo, el señor Yáñez concurría a las sesiones, intervenía en los debates, votaba las proposiciones, etc.; en una palabra reconocía con sus actos que la Federación no se salía del marco de sus principios, y que no era, tampoco, “una mala institución”... Hubo, sin embargo, un Centro federado, en cuyo seno se abrió debate sobre la actitud de sus delegados que aceptaron la nota tantas veces referida: fue el Centro de Medicina, a que pertenece otro de los directores disidentes, el señor Bunster. Y aunque su presidente, don Hernán Alessandri Rodríguez, fue partidario de que no se enviara dicha comunicación, una vez conocida ésta, propuso él mismo, en sesión, que se aprobara la conducta de los delegados, lo que se acordó por unanimidad. Alessandri, a pesar de su renuncia del cargo de presidente del Centro de Medicina, ocurrida con motivo de incidentes particularísimos, hace ocho días, ha declarado y declara que no se apartará de la Federación de Estudiantes de Chile. Pero los señores Yáñez y Bunster no opinan así. No protestaron de los actos de la Federación, a muchos de los cuales dieron su voto, y hoy se alejan de ella, con aspavientos, sin antes haber librado batalla honrada por aquellos principios que ellos dicen sustentar, y que creen que no compartimos nosotros. Todavía, en la renuncia que el ex-director Yáñez dirige al presidente de su Centro, anotamos tres hechos que vale la pena analizar: 1.º Que se han herido sus sentimientos en forma grosera; 2.º Que diverge de la mayoría de la Federación en su manera de apreciar la cuestión social; y 3.º Que en esta colectividad estudiantil actúan personas que ya no son estudiantes. Es falso lo primero: nadie ha empleado términos que pudieran ser calificados, como él lo hace, de mofas canallescas a sus sentimientos, a pesar de que algunos no se encontraron, ni con mucho, de acuerdo con el señor Yáñez en numerosas apreciaciones. Lo segundo es inexacto, porque si bien se ha discutido largamente en nuestro directorio la cuestión social, aún no hemos llegado a determinar la actitud que asumiremos frente a ella, ya que los informes correspondientes fueron enviados nuevamente a comisión, donde se encuentran. Pero lo cierto es que casi todos los que intervinieron en el debate sobre esta materia, resultan estar de acuerdo con la hasta ayer tácita e inédita opinión de Yáñez, que ve en el problema social una cuestión moral. Finalmente su descubrimiento de que hay en el directorio de la Federación de Estudiantes, personas que son ya profesionales, no parece ser formulado de buena fe, si se recuerda que el señor Yáñez fue uno de los más ardientes partidarios de la candidatura del actual presidente, quien le dio su voto, como asimismo lo dio, para el cargo de director extraordinario, en favor de don Carlos Vicuña Fuentes, ambos abogados; que Juan Gandulfo era delegado este año aún antes de recibir el título de médico; y que Santiago Labarca sólo ha venido en dos ocasiones a sesión, lo que debemos agradecerle. En presencia de estos hechos y verdades, cabe pensar si el señor Yañez se ha referido a sí mismo cuando habla de personas que pueden llegar a perder el sentimiento del honor. Saludan atentamente al señor director.–Daniel Schweitzer, presidente.– L. Varela C., Vice-presidente.–A Zúñiga L., secretario.