POEMA VIEJO

Dispersas con tu canto las nubes del crepúsculo. Las cornetas del viento, al oírte, callaron sus voces. Las golondrinas inmóviles entornaron los ojos. La tarde se tornó pálida como las vírgenes.

Con la plegaria de tu alma. Haces temblar lo que no existe. Construyes con fibras de mi vida. Eres, lo que he sido siempre.

Callando eres triste. Alegre, cuando del mundo flores mustias deshojas. Las cruces melancólicas de las iglesias te ensombrecen. Y tu cuerpo y tu vida de nostalgias arrebujas.

Y lentas siguieron las nubes y las golondrinas.

ERIC GOUZY.