LA CONFERENCIA DE BERLIN Y EL PROXIMO CONGRESO SINDICALISTA

I

Con la atención que la grande importancia del asunto exige, hemos leído los acuerdos adoptados en la Conferencia Internacional Sindicalista, realizada en Berlín en Julio del presente año. Algunos de esos acuerdos están como hechos para llamar la atención de los trabajadores de Chile hacia la híbrida mezcolanza qué suele hacerse aquí del Sindicalismo y la Política Electoral. Existen organismos que se dicen sindicalistas, y sin embargo muchos de sus miembros toman parte activa en la política, sin detenerse por un momento a considerar la contradicción que existe entre las sanas aspiraciones del Sindicalismo Revolucionario, y la corruptora y enervante Política Electoral.

Es de suponer que esta actitud de algunos trabajadores sea más bien fruto de su ignorancia en materias sociales, que el resultado de un calculo mezquino de medro personal. De cualquier modo que sea, el hecho que constatamos es profundamente anómalo, y los sindicalistas de verdad, aquellos que sinceramente se interesan por la integridad y majestad del Ideal, están indicados para llamar a cuentas a estos compañeros a fin de convencerlos de su error, o bien si se muestran recalcitrantes, considerarlos como enemigos de la clase trabajadora. La disyuntiva es terminante y no admite atenuaciones.

“El Sindicalismo Revolucionario –ha dicho la Conferencia de Berlín– rechaza toda actividad parlamentaria y toda colaboración con los organismos legislativos”. Y la razón de este rechazo está en que la ley, a cuyo imperio allegan los trabajadores su cooperación, es el timbre infamante “con que sellan su propia esclavitud”. Aunque en forma sintética la Conferencia ha reafirmado los principios sindicalistas de negación categórica y rotunda de la Política Electoral.

II

Hemos tratado en forma especial el acuerdo precedente porque él tiene aplicación de actualidad en nuestro país. Creemos que es necesario, –para depurar el ambiente en que se desdoblan nuestras actividades,– apartar el grano de la paja, y luego hacer un recuento de las fuerzas que realmente podemos presentar en una revista internacional. Si somos muchos, grato nos será exhibirlo. Si pocos, pocos pero buenos, probados y sin mezclas espurias que desfiguren nuestra fisonomía netamente sindicalista. Pero no se crea por ello que los demás acuerdos adoptados por la Conferencia carecen de importancia. Por el contrario, la tienen, y mucha, ya sea que se refieran a la táctica de lucha del Sindicalismo; ya a su acción contra el monopolio económico de la clase explotadora; ya a la abolición del gobierno político y su sustitución por la Comuna Libre; ya, en fin, contra el desarrollo del Militarismo parasitario y asesino. Todos son, cual más, cual menos, de altísima importancia.

III

Junto con los resultados de la Conferencia, la I. W. W., de Santiago de Chile, ha recibido una fraternal invitación del Bureau creado en Berlín, para que se haga representar en el próximo Congreso Sindicalista Revolucionario que tendrá lugar en aquella capital del 12 al 25 del próximo Diciembre. El plazo es angustiado, pero creemos que el entusiasmo y amor por la causa pueden ser decisivos en este caso excepcional, en que la América del Sur, y , especialmente nuestro país, podrían llevar un aporte de luces a aquel magno Congreso, en el sentido de orientar a los camaradas europeos sobre el ambiente, los medios de lucha, la idiosincrasia de estos pueblos, en sus luchas contra el poder combinado del Estado y el Capitalismo. Un delegado que fuese allí no sólo llenaría la tarea insinuada, sino que podría saturarse del espíritu, de la táctica, de los medios de lucha que informan el movimiento revolucionario de la Europa Occidental. Sensible seria que la I. W. W., no pudiese corresponder, por dificultades materiales o de tiempo, al llamado que le hacen los camaradas de la Internacional Sindicalista Revolucionaria. Porque el Congreso sindicalista de Berlín hará seguramente época en la historia de las Conferencias por la manumisión de los trabajadores.

M. J. Montenegro