EXAMEN DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS

Gran parte de las preocupaciones diarias las dedicamos a la vida política. Nos llama más la atención la elección de mesa de la Cámara de Diputados que la crisis económica que pesa sobre la nación. Los debates del Parlamento agradan sobremanera y se comentan sabrosamente en todos los corrillos. Los radicales y los conservadores; los balmacedistas y los montinos; los liberales y los demócratas, agrupados en Alianzas y Coaliciones, agitan periódicamente la opinión pública y se adueñan del Poder. Y a pesar de ésto, el noventa y nueve por ciento de los habitantes no conocen los programas de los partidos políticos. Parece que existiera el ánimo de guardarlos en secreto en la misma forma que los católicos tratan de ocultar la Biblia. Hace tiempo quisimos leer la carta fundamental de los liberales-democráticos y la solicitamos de un amigo balmacedista. Después de varios días de tragines se nos contestó que la única copia estaba en manos del entonces Presidente del Partido, don Carlos Balmaceda. Fuera del engaño que esto puede importar para los extraños, acarrea otro mal: va contra la uniformidad de criterio entre los miembros de un mismo Partido. En cierta ocasión hablábamos, entre los radicales, de las orientaciones internacionales del Partido Radical y como oyéramos protestas por las ideas que vertíamos, hubimos de probar, programa en mano, que no decíamos ni más ni menos que lo que él esplícitamente establece. A cada instante a ciertos individuos que ocultan su ignorancia con cierto pesado escepticismo, se les oye decir: “Los programas políticos son muy hermosos, pero en la práctica no se cumplen”. Lo segundo es efectivo, pero nó lo primero. No presentan ni en su forma ni en su fondo ninguna sabiduría ni belleza. Algunos no son otra cosa que un fárrago de tonterías. A fin de salvar estos inconvenientes y guiados por un espíritu esencialmente crítico, publicaremos, con ligeras observaciones al margen, los programas de todas las corrientes políticas que informan, mal o bien, la vida de la República. ¿Haremos así propaganda en favor o en contra de la política? Esto puede discutirse; pero en todo caso haremos luz. Empezaremos en el próximo, número por el Partido Radical.

P. G.