TROZOS SELECTOS

LIBERTAD Y PATRIA La libertad se forma de una serie de compensaciones o neutralizaciones de libertades particulares e individuales. La patria, en cambio, no es un concepto de universalidad, sino un concepto de exclusión. La libertad se forma de la convivencia universal. La patria se forma de la convivencia particular, o sea de la no-convivencia con los demás. Esa patria puede atentar contra la libertad en dos formas: sustrayéndose a la libertad (pueblos salvajes, bárbaros, despóticos) o usurpando la libertad de los demás (naciones agresoras). El exceso de patriotismo es el peor de los peligros interhumanos. Todo impulso no contrastado se torna pasión, locura, como una fuerza abandonada a sí propia; todo poder único se vuelve tiranía.

PROGRESO ES INTEGRACIÓN El progreso, noción esencialmente espiritual, es la comprobación visible del ascenso de la especie, en un determinado núcleo social y político. Es el desarrollo sensible de la conciencia colectiva, comprobado en un país. La libertad es únicamente su medio. Pero ¿cuál será su fin? ¿A que fórmula puede reducirse la ley del progreso político en la historia? A esta: el progreso es la lucha entre las castas, contra los separatismos o “tumores” sociales, contra los eternos castillos y feudalidades que se van sucediendo, como islas sustraídas a la soberanía común. La grandeza histórica de un país o de un período serán medidas según el afán con que se habrán integrado en la marcha total e infinita de la especie, o según la obstinación con que la habrán dificultado.