Crónica de Bellas Artes

El acontecimiento más importante de nuestra vida artística ha sido el triunfo de la Asociación de Artistas de Chile, al imponer sus puntos de vista sobre la reorganización de la Escuela de Bellas Artes. Este establecimiento estuvo durante mucho tiempo en manos de señores de buena voluntad, que toman el arte y sus estudios y lo llevan como los pijes llevan la flor en el ojal. Hombres de una superabundante vanidad, con un concepto ni siquiera mediano de la actividad en que se desenvolvían, con una asustadora superficialidad de los problemas que atañían a la enseñanza, en manos de ellos las Bellas Artes languidecían en una estéril rutina pedagógica, obstaculizando sistemáticamente todo movimiento renovador, ahogando toda iniciativa, toda inquietud juvenil. Los hombres que están a cargo ahora de la Escuela, son hombres jóvenes. Ha constituido una labor inmensa, dura, producir este nuevo estado de cosas, pues los intereses creados permanecían hondamente arraigados y fuertemente defendidos por ese determinado grupo. Ha triunfado la doctrina mejor y la más propicia para suscitar un ambiente de actividad creadora. Y este hecho es necesario destacarlo y presentarlo ante la vista de la gente que algún interés tiene en el porvenir de la cultura artística nuestra. Y alentarlo y defenderlo. Porque no es una situación definitiva, y pudiera acontecer que los vaivenes de la política o la pecha de los que tratan de medrar,– que siempre los hay en todas partes– echen a perder una hermosa realidad. En este plantel están funcionando los talleres libres por los artistas que se dedican a la investigación de su respectiva especialidad. El trabajo aquí se efectúa sin más normas que las que impone el gusto y la cultura de cada cual. Al contrario de lo que pudiera pensar el sentido común, esta circunstancia ha sido de un indudable provecho para el término medio de sus componentes. Existe también el alumnado, el cual tiene la facultad de elegir sus profesores. Un grupo aprende con el profesor de sus preferencias, otro con el de las suyas. Y así. Las actividades se han desarrollado normalmente y el éxito de ellas se puede establecer comparando la antigua asistencia efectiva, que no pasaba de cuarenta, con la actual que llega a ciento cuarenta, con un gasto mínimum para el Estado, ya que todos los profesores desempeñan sus cátedras ad-honorem por el presente año. Es la única Escuela Universitaria que ha visto triunfar casi todos sus anhelos y es en toda la América el establecimiento que cuenta con una organización más moderna y racional. La Asociación de Artistas Libres, su actual inspiradora, ha organizado los mejores salones de arte, que hayamos visto en nuestra tierra. Es necesario acentuar la labor de esta juventud y estimularla para que persista en la línea de conducta que se ha trazado y para que mantenga íntegramente sus anhelos de renovación pedagógica. También es necesario que las gentes de afuera se den cuenta de este acontecimiento y de la trascendencia que él tiene en el futuro desenvolvimiento de las Bellas Artes chilenas y en el aporte efectivo que significa en el enriquecimiento del ambiente cultural.

J. BRAND.