EL CARTEL DE HOY

“La Nación” Diciembre 4 de 1922.– Señor Intendente: “Los suscritos, veteranos de la guerra del 79, pertenecientes al ex-regimiento Talca, a US., decimos: “Que Encontrándonos viejos, enfermos y absolutamente faltos de recursos para subsistir, venimos a pedir a US., permiso para implorar la caridad pública, por el mayor tiempo posible, ya que no podemos trabajar”. “Es justicia.– (Firmados).– Adolfo González.– José del C. Becerra.– Pedro González Peñailillo.– Juan Valenzuela.– Higinio Valenzuela.– Pedro Espinoza.– Felipe Berríos.– José Domingo Muñoz.– Luis Saravia.– Fortunato Bravo.– Pedro González..– Jerónimo Jaque.– Juan de Dios Rojas.– José Francisco Inostroza.– Zoilo Acevedo.– Pedro Herrera”.

Es justicia, viejitos pedigüeños! Por algo se mataron casi todos vuestros hermanos en la guerra; no en balde dejaron el desierto de Atacama cubierto con un arabesco de esqueletos humanos; no ha sido estéril el sacrificio vuestro, cruzando descalzos la arena candente con los pies desollados, las heridas agusanadas y bebiendo, únicamente, orina de mulas y caballos... Por algo los que pelearon en el mar se mutilaron a machetazos, mientras los peces se disputaban a dentellada limpia los cuerpos sangrantes y palpitantes de los náufragos... Por algo los que llegasteis vivos a tierra extranjera violasteis a las mujeres, asesinasteis a los niños y a los ancianos, saqueasteis los museos y paseos e incendiasteis las casas... Por algo manchasteis con la baba del troglodita y pisoteasteis con la uña del irracional la dignidad de otros hombres que ciegos también luchaban contra vosotros en defensa de ese algo que vosotros defendíais. ¡Ese algo era la patria! ¡La madre patria que se os ha enseñado a querer y a respetar en las escuelas, en las iglesias, en los cuarteles, en las plazas, en los talleres y en los campos! ¡Esa patria por cuyos emblemas os dejarías matar siempre! ¿Y que de extraño tiene que hoy agonicéis de inanición porque la patria os niegue el pan? ¿ Qué de extraño tiene que se haya castigado a los veteranos del 79 que en Valparaíso desfilaron con los I. W. W. llevando un cartel al lado del estandarte en que, en letra de sangre se leía “¡Tenemos Hambre!”? ¡Es justicia, viejitos pedigüeños! ¡Sed humildes, sed disciplinados, sed respetuosos con la patria y sus gobernantes, ya que ellos son tan generosos y os permiten traficar libremente pidiendo limosna! Y no os extrañéis que mientras el hambre os taladra el estómago y el frío os muerde la piel, festoneada de harapos, los defensores del Estado, los demagogos de la patria se atosiguen de comida, se atavíen de alhajas y traspiren opulencia por todos los poros: Esto es natural: ellos no fueron a la guerra a conquistar las salitreras, las guaneras, las salinas y las minas; ellos se quedaron en sus casas, en la capital, en Santiago, arengando a los reservistas, o curando a los heridos y consolando a las viudas... Y para pelear estabais vosotros los rotitos, los sirvientes de la gran hacienda que es cada Estado! ¡Triunfasteis! Muy bien: habíais cambiado el arado por el rifle; no teníais sino cambiar el rifle por el arado. ¡El honor de la patria se había lavado; vosotros teníais una medallita de oro sobre el pecho y ellos un montón de barras de oro en la bodega del Banco! ¡Y cuidado con protestar! ¡la repartición es equitativa, vosotros sois los sirvientes y ellos los patrones; ellos dirigen, vosotros debéis obedecer; vosotros recibís un gramo de oro, a ellos les corresponde un kilo. ¡Y cuán generosos son: de llapa os permiten pedir limosna! ¡¡Es justicia, viejitos pedigüeños!!

Juan GUERRA.