UN HOMBRE AMARGADO

Reproducimos este retrato ético dibujado magistralmente por la pluma genial del autor de “Un Adolescente”, porque en él se delinea, como sólo tal creador de seres humanos pudo hacerlo, un tipo de hombre que abunda en nuestras sociedades y pupula en nuestro medio. Una página de Dostoyevski no necesita por cierto de mayores palabras de elogio ni de presentación.

R. S. C.

Imaginaos un ser perfectamente insignificante, inútil, necio, un aborto de la sociedad, sin posible utilización, pero lleno de un inmenso y enfermizo amor propio que ninguna cualidad justificaba. Quiero prevenir a mis lectores. Foma Femich es la personificación misma de esta vanidad ilimitada que se halla especialmente en los corros, envenenados por humillaciones y ultrajes, y que sudan envidia al menor éxito ajeno. No hay necesidad de añadir que todo ello va sazonado con la más extravagante susceptibilidad. Se preguntará de dónde puede prevenir semejante infatuación. ¿Cómo puede germinar en tan lamentables seres a quienes su misma condición debería colocar en el lugar que merecen? ¿Qué contestar a esto? ¡Quién sabe! Acaso haya entre ellos excepciones, en cuyo número figuraría mi héroe. Y Foma, es, en efecto, una excepción como verá el lector. En todo caso permitidme que os pregunte: ¿Estáis seguros de que todos los resignados, que consideran como una felicidad servicios de payasos, que vuestros parásitos se hayan despedido de todo su amor propio? ¿Y las envidias, los comadreos, las acusaciones, las malas palabras que se murmuran por los rincones de vuestra casa, a vuestro lado, en vuestra misma mesa? ¡Quién sabe si en algunos caballeros errantes de tenedor en ristre, bajo la influencia de las incesantes humillaciones que tiene que sufrir, el amor propio, en vez de atrofiarse se hipertrofia, llegando de este modo a convertirse en la monstruosa caricatura de una dignidad acaso herida primitivamente en la infancia por la miseria y la falta de mimos! Pero digo que Foma Fomich era una excepción a la regla general. Hombre de letras en otro tiempo, había sufrido al permanecer en la obscuridad y la literatura ha perdido otros muchos: me refiero a la mala literatura. Me inclino a pensar que había conocido los sinsabores aún antes de sus tentativas literarias y que en varias profesiones había recibido más encontronazos que ganancias. Esto es lo que yo supongo; pero lo que sé positivamente es que había escrito una novela del género de la que servían de pasto al espíritu del baro................ Brambous. Sin duda desde entonces había transcurrido mucho tiempo; pero el áspid de la vanidad literaria ocasiona a veces picaduras profundísimas y hasta incurables, sobre todo en los individuos de facultades limitadas.

(De “Apuntes de un desconocido” (Stepauchikovo.)

Fedor Dostoyevski