Justicia de Clases

La justicia, en este país, como en todos aquellos en que la democracia es sólo una ficción existe únicamente para amparar a los poderosos y perseguir a los desvalidos. Nada importa que la igualdad ante la ley esté consignada en los Códigos y en las Constituciones, porque los jueces favorecerán siempre a los que tienen un apellido aristocrático, enormes bienes de fortuna e influencias para hacerse oír. Para que no se diga que somos apasionados al emitir este juicio, vamos a recordar el siguiente caso que nadie seguramente habrá olvidado. A Daniel Schweitzer, se le expulsó rápida y violentamente del país, sin forma alguna de proceso y sin guardar ninguno de los miramientos que en los países. más incultos, bárbaros y atrasados se tiene para los perseguidos políticos y desterrados por ideas. Inútiles fueron todos los recursos entablados ante los Tribunales que se dicen de justicia. Nadie los atendió y nadie les prestó amparo. Por lo demás, era lógico que así ocurriera: Schweitzer es pobre y no había cometido ningún delito. Meses más tarde, la flor y nata de la oligarquía– Ismael Edwards, Ladislao Errázuriz y otros– fueron sorprendidos en intentos de soborno a un regimiento y conspirando contra lo que se llama el orden establecido. Se les siguió un proceso de resultas del cual fueron enviados en viaje de recreo a Europa, con todos los honores correspondientes. Estos personajes entablaron también los recursos de amparo que acuerda la ley, y, ¡oh ironía de las cosas! los señores jueces, que tanta conformidad habían demostrado en el caso anterior con el proceder de los militares, aparentan indignarse y hablan del derecho ultrajado, del atropello a las normas tradicionales de la justicia, del desaparecimiento de la civilidad, y, en largos y sesudos considerandos ordenan la inmediata libertad de los detenidos. ¿Comentarios? Hágalos cada cual como mejor le parezca.– LUDOVICO.